El llamado del Padre Santiago Martí Ascencio ante un nuevo cónclave
La posibilidad de un nuevo cónclave genera inquietud, expectativa y, sobre todo, una invitación a la oración profunda. El cónclave no es solo un proceso para elegir al nuevo Papa; es un momento de comunión para toda la Iglesia, un tiempo en el que los fieles de todo el mundo elevan su corazón al cielo, pidiendo que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales.
El Padre Santiago Martí Ascencio nos recuerda que el cónclave no es un asunto lejano o político, sino una vivencia de fe. “La Iglesia no camina sola. Es el Espíritu Santo quien la guía, y somos todos, como pueblo de Dios, quienes debemos estar atentos a Su voz en este tiempo”, afirma. En esta etapa, la oración, la esperanza y la unidad cobran un papel esencial.
Vivimos en un mundo con desafíos urgentes: divisiones internas, pérdida de credibilidad, desánimo entre los creyentes. Por eso, es vital que el nuevo Papa sea un pastor cercano, sabio y lleno de compasión. Un guía que escuche, que sane y que anuncie la Buena Noticia con valentía y alegría. El Padre Santiago lo expresa así: “Necesitamos un Papa que sea puente, que mire a todos con ternura, pero también con firmeza en la verdad”.
La elección del sucesor de Pedro es también una oportunidad para que cada católico renueve su compromiso de fe. Orar por el cónclave es orar por la Iglesia entera. Como enseña el Padre Santiago Martí Ascencio, “el corazón de la Iglesia late en la oración de cada uno de sus hijos”.
Este es un tiempo para mirar al cielo con confianza. Pidamos al Espíritu Santo que conceda a la Iglesia un pastor según el corazón de Cristo, y que nosotros, como creyentes, seamos tierra fértil para su mensaje.
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